Gerardo Romano, sobre las vacunas: “En un naufragio, se salva antes a las mujeres y a los niños; los viejos ya vivieron”
En medio del escándalo por los privilegios que tuvieron funcionarios, empresarios y periodistas para acceder a la Sputnik V, el actor intentó poner paños fríos a la situación pero haciendo polémicas declaraciones.
Gerardo Romano comparó la vacunación VIP con un naufragio: “Hay que privilegiar a los más jóvenes porque los viejos ya vivieron”En medio del escándalo por los privilegios que tuvieron funcionarios, empresarios y periodistas para acceder a la Sputnik V, el actor intentó poner paños fríos a la situación pero haciendo polémicas declaraciones.
En medio del escándalo por el vacunatorio VIP que funcionaba dentro del Ministerio de Salud de la Nación y el Hospital Posadas, el actor Gerardo Romano intentó bajarle los decibeles a la situación comparando lo sucedido con un naufragio.
“Cuando en un barco vamos a los botes y dicen ‘primero las mujeres y los niños’ se está privilegiando a los más jóvenes porque los viejos ya han vivido”, ejemplificó Romano después de que trascendiera que que al Posadas arribaban a diario combis repletas de gente joven.
Así lo denunció Mirta Jaime, secretaria general de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop), quien aseguró que “venían con directivas del Ministerio de Salud”.
Incluso recordó que muchos de los trabajadores fueron llevados hasta el Ministerio de Salud para aplicar las dosis en una de las oficinas y otros tuvieron que visitar casa por casa a los “elegidos”, en su mayoría amigos del ex ministro Ginés González García y que no formaban parte de los grupos de riesgo.
Siguiendo con la comparación del naufragio, Romano insistió: “Es preferible que muera el más viejo y no el más joven si hay un lugar en el bote. Esto es un lugar en el bote también”.
Tras la revelación de que existió en el país un circuito de vacunación para “amigos del poder”, el gobierno nacional reveló que había inmunizado a funcionarios de primera línea de entre 32 y 38 años, con el argumento de que se trataba de personal “estratégico” que debía cumplir funciones esenciales para el Estado. Sin anunciarlo públicamente, las autoridades decidieron ponerlos delante de la fila para recibir las escasas dosis que llegaron desde Rusia.